Este conjunto de materiales de construcción, de muestras de moquetas y de papel pintado para paredes −junto a elementos cotidianos de la vida doméstica, como chimeneas− cuestiona el concepto de hogar y lo presenta en oposición al concepto de casa. 

La obra explora conceptos de identidad personal, además de invitar a la reflexión sobre la conexión del apego y el sentido de pertenencia con lugares físicos, así como a una cultura o una comunidad.

El hogar −entendido como refugio− genera una sensación de seguridad, tanto física como psíquica. Debemos internalizar el sentido del hogar como un todo que nos nutre para, así, poder salir al mundo. El hogar es tanto un lugar al que siempre podemos retornar y que nunca abandonamos totalmente.